domingo, 3 de mayo de 2020

Jornada de Puertas Abiertas en la Universidad Laboral de Gijón

El año pasado decidimos pasar una tarde de domingo realizando una actividad muy especial:  visita a  Laboral Ciudad de la Cultura durante durante las Jornadas de Puertas Abiertas. Tras doce años, este consolidado proyecto cultural no deja de sorprender y de incluir espectáculos de toda clase.

La Universidad Laboral de Gijón, en la que encontramos la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, es el marco perfecto de conciertos, performances o musicales; aunque, también es un escenario de película, no en vano la exitosa comedia Fuga de Cerebros fue rodada allí; en pocas palabras, sus altos muros de piedra labrada te trasladan a un mundo ajeno. 

Sus bellos rincones, desconocidos para todos aquellos que no hemos estudiado allí, deleitan a cualquier persona que se detenga a contemplar el exterior de su antigua iglesia, el Teatro, se pierda por sus pasillos o pasee tranquilamente por sus preciosos jardines. 

El proyecto fue ideado y diseñado por el arquitecto Luis Moya Blanco en los años cuarenta para albergar el llamado Orfanato Minero; en 1957, por falta de presupuesto, sufrió un parón, aun así, fue uno de los edificios más moderno y de Europa tras su finalización, además de ser el más alto de toda Asturias. De entre el conjunto arquitectónico destaca, como no, su elevada torre de 130 metros de altura y si os recuerda a la Giralda habéis acertado, ya que fue construida como imitación de ella; el acceso a este mirador, ubicado en la planta número 17, es posible, siempre con un guía, durante las visitas. Actualmente sus edificios albergan diferentes instituciones y empresas como la Facultad de la Universidad de Oviedo mencionada antes, un centro de I+D+I de una famosa empresa de ascensores y escaleras mecánicas o la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias. 


El primer día de vuelta a la calle

¡Buenas noches, seguidores/as de Tomando un café en Asturias!

Ante todo, desde la dirección del blog esperamos que estéis bien y también lo estén vuestras familias. Para seguir, quiero pediros perdón, porque ayer dije que iba a contaros la primera experiencia tras haber podido salir a pasear desde el 14 de marzo debido al confinamiento; sin embargo, aunque sea un día después aquí estoy para hablaros de lo que sucedió ayer.

En primer lugar, a las ocho de la tarde todo el mundo estaba en la calle, cosa que te hacía volverte loco, sobre todo, porque el km de distancia con respecto a tu domicilio si querías pasear parecía haber sido olvidado por multitud de personas del centro de la ciudad que habían venido hacia las afueras; pero, por suerte, pasado un rato ya todo volvió a la normalidad de la zona residencial. 

La verdad que esa sensación de aire puro e,incluso, libertad me recordó que ahora más que nunca podemos valorar lo que los integrantes de Tomando un café en Asturias habíamos hecho ya desde siempre: nada mejor que estar al aire libre para distraerte y sentirte, precisamente, libre. Esa sensación de no querer irte, como si te encontrases en una tarde de domingo cuando aún ibas al colegio, esa melancolía, pero plena de alegría por saber que estamos aquí y que hay tanto que agradecer y los buenos momentos que es posible compartir con quien vive en tu mismo domicilio. 

De todo lo sentido y vivido ayer me quedo con aquel hombre que se asomó a su ventana en un bajo para tocar a la gaita el Asturias patria querida al desfile de coches y motos de la Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja del concejo que ayer más que nunca, con todo el mundo ya al pie de calle sonreían agradeciendo tanto cariño recibido, a pesar de algún que otro comentario o acto inoportuno que les ha tocado vivir durante este tiempo. Ese Asturias patria querida hizo que se me saltaran las lágrimas. Toda la gente asturiana conoce bien esa letra, esas notas musicales que siempre remueven algo en nuestra sociedad, sin embargo, creo que el sentimiento que tuve ante esa escena no se puede comparar a ninguna situación vivida anteriormente al escuchar nuestro himno. 

Lo más importante de todo es poder contarlo. Aquí estamos esperando, nunca mejor dicho, como agua de mayo poder salir, aunque, claro está, de forma separada para volver a contaros esas excursiones por zonas perdidas y continuar mostrándoos las mejores fotos. 

Quiero desearos antes de terminar esta publicación lo mejor en estos días y siempre y daros de nuevo las gracias por continuar ahí dando apoyo a nuestro blog. Y ya sabéis, os digo un secreto, cuando se pueda: tomad un café en Asturias.