domingo, 11 de febrero de 2018

Martes de Güevos pintos

La localidad de Pola de Siero y una tradición decimonónica son las protagonistas de esta nueva entrada. Sí, sabemos que estamos en la temporada de Carnaval (Antroxu en Asturias) pero hoy nos apetece adelantaros un evento que, este año, tendrá lugar el día 3 de abril, ¡así que tomad lápiz y papel o tirad de nota en el móvil! 

La fiesta de Los Huevos Pintos (Güevos Pintos en asturiano), de la que os vamos a hablar, es una de las celebraciones más conocidas de Asturias y un día señalado tras el fin de la Semana Santa. El martes siguiente al Domingo de Pascua, La Pola, capital del concejo de Siero, sale a la calle a disfrutar de una festividad cuyo origen no se conoce bien, pero que lleva teniendo lugar anualmente desde hace más de un siglo; la denominación de "huevos pintos" se debe al hecho de que los protagonistas de este día son los huevos pintados a mano que se exponen y venden en diferentes puestos en el centro de la villa polesa a lo largo de la jornada. La temática de estos bonitos y famosísimos huevos es la tradición asturiana, el campo y las costumbres y frases de esta tierra, aunque cada vez se imponen más los dibujos animados, los superhéroes y todo tipo de diseños actuales, al igual que ya no se utilizan solamente huevos de gallina, sino que también podemos encontrarlos de codorniz y de avestruz.
Puesto con huevos de temática asturiana

Desde 1968, la fiesta de Los Huevos Pintos forma parte del amplio conjunto de Fiestas de Interés Turístico Nacional; el momento más especial es la bendición de los huevos en la plaza del Ayuntamiento, después, comenzará la verdadera fiesta con música y bailes tradicionales, espichas y, como no, las orquestas, las encargadas de poner el broche de oro a esta cita.

En la edición de los Güevos pintos de 2017 Tomando un café en Asturias estuvo presente y, como siempre, ¡tenemos anécdotas! Para llegar tomamos la autovía A-64 Oviedo-Villaviciosa, ya que Pola de Siero se encuentra a 18,3 km de Oviedo en esa dirección; también es posible tomar la N-634, pero por la autovía os ahorraréis unos minutos y viajaréis más cómodamente que a través de la carretera nacional. En un día tan importante en Asturias, como no podía ser menos, nos costó encontrar aparcamiento, después de haber estado un rato dando vueltas alrededor de las calles que no habían sido cortadas, hallamos una zona pública y gratuita en la que nos fue posible estacionar; eso sí, no había asfalto, por lo que nuestro coche se quedó un poquito cubierto de polvo ("nada más"). ¡Por fin hemos aparcado! Ahora nos tocaba retroceder para llegar al centro de La Pola, así que comenzamos a andar; en pocos minutos estábamos  allí, lo primero que hicimos fue acercarnos a la comida porque uno de nuestros integrantes no había comido aún ¡y eran ya las cuatro de la tarde!, os recomendamos que husméis porque los precios son competitivos y hay muy buena calidad (por cierto: la porción de empanada que compramos ¡estaba riquísima!).

Una vez dentro del mercadillo, una carpa con puestos a un lado y otro, nos fijamos en las numerosas personas que se detenían a contemplar la bella exposición y a pensar qué huevo se llevarían a casa como recuerdo, nosotros no fuimos menos y dimos varias vueltas "inspeccionando" todos y cada uno de ellos hasta que nos decidimos por tres, dos fueron comprados en el mismo puesto y yo me decanté por el de otro,  mi huevo me lo entregaron en una pequeña cesta sobre una cama de  paja. Nos gustaría destacar que estas elaboraciones son artísticas, pues no debe de ser fácil pintar un huevo, bien vaciado por dentro o bien cocido, ni tampoco preparar las hermosas cestas que los acompañan, muchas de ellas preparadas con papel de periódico decorado y encolado. 

Después de haber realizado nuestras compras tocó tomar algo, además, la bella y calurosa tarde junto con el alegre y agradable ambiente invitaban a buscar una terraza en la que poder sentarse y pedir una consumición, en esta ocasión hallamos un hueco a la primera, tras haber preparado este reportaje nos merecíamos  un descanso ¿no? Pero, como se trata de Tomando un café en Asturias tiene que haber otra anécdota: La Botica Indiana (una típica taberna de aire antiguo ubicada en diferentes localidades de Asturias y que es de visita obligatoria en el Principado) nos ofrecía una plaza repleta de niños, que jugaban en atracciones de feria hinchables y nos permitía disfrutar del Sol, del calor y de la atmósfera festiva, sin embargo, no tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de los cristales rotos que se encontraban debajo y alrededor de nuestros pies ¡menuda aventura!